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lunes, 16 de mayo de 2011

VERGÜENZA

"Vosotros, sí, vosotros, los políticos que, con sonrisa obscena, os llenáis el buche con los manjares que os pagamos con nuestros impuestos. Vosotros, los "ciudadanos especiales", de pie sobre el autoerigido pedestal de vuestro ego mientras nos miráis con mal disimulado desprecio,  ¿Cómo os atrevéis? ¿Cómo os atrevéis a decir que nuestro mensaje se perdió por culpa de nuestros actos violentos durante la manifestación del 15 de mayo? Me dais vergüenza. No les dimos motivo a vuestros perros para mover un sólo dedo durante las protestas, sólo éramos un grupo de ciudadanos manifestándonos pacíficamente. Pero ya estábamos sobre aviso.


Mandasteis a vuestros lobos disfrazados de corderos, sí, los secretas que iban de paisano y provocaron, por orden vuestra, los altercados cuando la manifestación ya se había disuelto (hay fotos, sí). Os imagino tan satisfechos, sabiendo que vuestros perros cargarían inmediatamente contra todos los allí presentes, habiéndoseles presentado por fin la excusa para hacerlo. ¿Acaso no es ese un mensaje de violencia? ¿Qué le diréis a ese hombre de unos cuarenta años, que iba con su hijo pequeño y al que apalearon en la entrada del metro? ¿Y a esa chica a la que le pegaron un tiro en la cabeza con una bala de goma y ahora está en la UVI? Pero eso no hace que se pierda vuestro mensaje, ¿Verdad? Tampoco lo hace la violencia que exhibís a diario en el Congreso, los insultos, los altercados verbales y demás pantomimas... ver las sesiones del Congreso es como ver uno de esos documentales de naturaleza en los que un grupo de monos se pelea por un plátano. Dais vergüenza.

Pero no os preocupéis, porque vuestro mensaje resuena alto y claro por encima de la violencia, del engaño, de la marrullería. Sólo que no es el mensaje que decís dar. Lo que queda grabado a fuego en las mentes de todos nosotros es que no estáis ahí para representarnos, sino para conseguir y conservar ese estatus de "ciudadanos especiales" (con todos los beneficio$ que ello conlleva), mientras pretendéis silenciarnos con "pan y circo" y, si eso no funciona, con palos.

Somos nosotros los que os votamos, los que os ponemos ahí ¿Y para qué? Para que después os bajéis los pantalones ante la más mínima exigencia del capital. Después querréis camelarnos con la patraña del "voto útil"; nos decís "¡Que viene el lobo! ¡Que viene el lobo!", y al principio os creíamos, pero ahora cada vez menos. Llegará un día en que ya no os escucharemos, por mucho que gritéis, manoteéis y os desgañitéis. Ahora soy yo la que os dice que viene el lobo, y haréis bien en creerme, porque esta vez ese lobo somos nosotros.

¿Acaso no pedimos algo legítimo? Pedimos que las leyes y la constitución dejen de ser papel mojado. Pedimos que los corruptos ocupen el lugar que les corresponde (la dura y fría cárcel, sin privilegios ni protecciones especiales, y no las listas electorales). Pedimos que la crisis la pague quien debe, y no los de siempre. Pedimos una democracia de verdad, y no este triste teatrillo de marionetas. Estáis tirando demasiado de la manta, y al final os quedaréis con los pies fríos. Qué vergüenza dais.

Lo de ayer no fue una manifestación antisistema llena de brotes de violencia, como varios medios de comunicación pretenden hacer creer (sí, vosotros también dais mucha vergüenza), sino una manifestación a favor de que el sistema funcione COMO DEBE, como se nos prometió. Vosotros sois los verdaderos antisistema, corrompiéndolo, manipulándolo, destruyéndolo poco a poco mientras le sacáis todo el jugo. Qué vergüenza dais.

En vuestras mentes, tan enfermas como la sociedad que habéis ayudado a moldear, nos compadeceréis por hacer exigencias tan utópicas, por no ser tan cínicos y egoístas como vosotros. Desde vuestro pedestal os sentís como dioses manipulando el tablero de ajedrez que es el mundo. Poco falta para que el peso de la realidad os haga caer de ese endeble pedestal y lo sabéis, pero lo postergáis lo más posible siempre por motivos egoístas. No os importa el bienestar de los ciudadanos, a los que como SERVIDORES PÚBLICOS debéis lealtad. Sólo os preocupa la ganancia, sólo queréis conservar las prebendas y privilegios que habéis conseguido gracias a nuestra voluntad, y a la confianza que equivocadamente depositamos en vosotros. Dais vergüenza. Dais tanta vergüenza que no merecéis ni llamaros ciudadanos de este país. Recordad vuestro papel. Recordad para qué os pusimos ahí."

Telkrisiel.

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