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miércoles, 20 de julio de 2011

¿ERA CAMPS DUEÑO DE LOS TRAJES QUE VESTÍA?

Camps, la corrupción gratis


De vez en cuando y sin rebuscar mucho se encuentra alguna buena noticia en los medios. La de hoy es, sin duda, la dimisión de Camps. Por fin este buen señor ha decidido que tanto sufrimiento como le atribuía su eterna valedora, la alcaldesa de Valencia, era excesivo e innecesario y que no valía la pena seguir sacrificándose por su pueblo y ha renunciado a su cargo como presidente de la Generalitat Valenciana. “¡Ahí se quedan! --habrá dicho--. ¡Que sufran ellos que para eso me han votado!”




Claro que por muy buena que sea la noticia, está empañada por el nombre de su sucesor, Alberto Fabra,  que, a pesar de no tener parentesco de sangre con el tristemente famoso Carlos Fabra (ése de las gafas negras al más puro estilo mafioso que también tiene algunas causas a la espera de que aparezca un juez con las agallas necesarias para juzgarlo) sí cuenta entre sus “méritos” el hecho de tenerlo como aval y mentor.



Para el PP, sacarse de encima a Camps será un alivio, sin duda, pero no deja de ser un cortafuegos porque el caso Gürtel sigue ahí, y los trajes de Camps son sólo un dato más en la estrecha relación que éste mantenía con Correa y, sobre todo, con “el bigotes”, su, cito textualmente, “amiguito del alma” y, como tal, compañero de supuestas correrías político-económicas de las que todavía queda mucho por destapar.



No es de extrañar que el PP tenga tantas ganas de que se adelanten las elecciones, pues como se publique algo más o como alguien se vaya de la lengua… pues hasta es posible que esos resultados dorados que les auguran las encuestas se vayan al garete.



Por lo pronto, los que volvieron a votar a Camps a pesar de todo lo sabido se han quedado con las vergüenzas al aire, porque, vaya ignominia que la mayoría de los votantes de una circunscripción electoral le reiteren la confianza a alguien con la desfachatez del egregio “president” que hasta se atrevió a increpar a algunos manifestantes que lo abuchearon en la calle. Justamente, esos que lo abuchearon eran miembros del movimiento 15M, una de cuyas banderas ha sido la lucha contra los corruptos y que, sin duda, han visto realizado hoy uno de sus sueños: ¡la renuncia de un sospechoso muy sospechoso de corrupción!



Reitero, es una buena noticia, aunque arranque algunas lágrimas a Rita Barberá que a lo mejor está pensando en el bolso y a saber cuántas cosas más que recibió de las mismas fuentes y que, (quita, quita) algún malintencionado podría empezar a echarle en cara.



E.F. García Allés

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